El trato terapéutico en Gestalt
- sanaconiliana
- 20 mar 2024
- 2 Min. de lectura
He encontrado personas que han pasado en alguna etapa de su vida por experiencias muy fuertes, súbitas, impactantes, amenazantes, impresionantes y que no quieren acudir a terapia a pesar de que viven afligidos o en una especie de ciclo (loop) que no les deja vivir en paz.

A veces esto se debe a que no quieren recordar, contar de nuevo, revivir, esa experiencia ¿cómo para qué? Sí lo que quieren es olvidarla. O quizás ya lo intentaron y la experiencia con el terapeuta fue desagradable y desafortunadamente, esta segunda posibilidad lejos de ayudar, puede acentuar los efectos emocionales, corporales y mentales.
“Exponer a un cliente a sus recuerdos traumáticos y hacer que la persona vuelva a vivenciarlos es, en el mejor de los casos, innecesario (reduce la integración y sensaciones de dominio y virtud) y, en el peor, retraumatizante para el individuo.”
— En una voz no hablada por Peter A. Levine
Deseo que nunca hubieran tenido que vivir en primera instancia un evento traumático y después, lamento que su contacto con la psicoterapia no haya sido favorable.
Yo en lo personal comparto y resueno en totalidad con lo que dice Joseph Zinker, (terapeuta y autor de libros sobre Gestalt), quien dice:
"Mi amor por el cliente es un amor altruista: es más un sentimiento de buena voluntad hacia la humanidad que un amor romántico, sentimental o posesivo... el amor desinteresado del terapeuta engendra confianza. Porque el proceso a menudo trata con las partes más vulnerables de la persona, la confianza debe estar siempre presente para que ambas partes se permitan manifestar sus sentimientos."
Y es así porque el paciente y su proceso es lo más importante 💚
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